La inspiración y la copia están muy lejos de ser similares si tomamos conciencia de cada una de ellas. En este artículo además de contarte lo que me paso con una colega que tomó la “inspiración” al pie de la letra y presentó casi el mismo proyecto que el mío quiero compartirte lo que para mí es la inspiración y cómo aprovecharla sin caer en la copia. 

Si querés podés avanzar hasta el final del artículo donde te comparto mis conclusiones. Voy a empezar a contarte un resumen de esta historia.

Copiar el trabajo de alguien más es desvalorizar su esfuerzo, creatividad y autoría. Lo que no podemos negar es que vivimos rodeados de estímulos y podemos usarlo para nutrir nuestra inspiración sin que sea a costa del trabajo de alguien más. Es por esto que esta situación que viví en la facultad puede ser buena para que te la cuente y podamos aprender juntas de lo que pasó.

La clave está en un consumo consciente del contenido que estamos usando para conseguir la inspiración. En pocas palabras, es ir más allá del proyecto, video o foto que estamos usando para inspirarnos. Al final del artículo te comparto mi mejor herramienta para poder conseguir esta inspiración sin caer en la copia, pero estoy segura que ahora queres leer un poco mas de como me copiaron mi proyecto y lo presentaron como propio. 

Al igual que vos yo también empecé de cero y la idea de compartirte mis experiencias es para que vos no tengas que pasar por lo mismo, analicemos juntas lo que me pasó para que podamos sacar una conclusión sobre esto.

Cuando estábamos en la facultad nos tocó hacer un proyecto de una vivienda, donde las primeras clases enfocamos toda nuestra energía en estructurar el concepto, el argumento y la temática de la vivienda que teníamos que diseñar. Esta parte era más introspectiva y personal ya que era mucho más teórica. Cuando nos tocó presentar las primeras maquetas era momento de poner todo ese trabajo teórico en práctica y presentamos las primeras estructuras en crudo para empezar a dar forma a nuestro diseño. 

El problema surgió cuando el día de la presentación final una compañera presentó exactamente el mismo diseño que el mío, la estructura, la forma y los detalles más que similares eran muy parecidos. Te podrás imaginar lo mal que me sentí al ver esta situación, no había mucho por hacer en ese momento los trabajos estaban entregados.

Nos entregaron las notas y la mía fue favorable y la de mi compañera no, este creo que es el mensaje importante de esta historia. Luego de la entrega el profesor nos llamó a las dos por separado y nos empezó a hacer preguntas sobre el proyecto y lo que nos llevó a este diseño (el trabajo previo que te conté que hicimos en las primeras semanas). 

 

La respuesta estaba a la vista, los argumentos que defendían el porqué de cada decisión tomada hizo que el diseño final tome forma. Por lo que un diseño estaba estructurado y justificado y el otro solo era estéticamente bello. 

En ese momento entendí algo que me ayudó muchísimo en estos años trabajando como diseñadora. Las bases, los argumentos y el por qué de las decisiones tomadas en el proyecto hacen que todo tome fuerza. En verdad no creo que mi compañera lo haya hecho con mala intención, creo que realmente ella busco inspiración pero no supo cómo aplicarlo sin caer en la copia.

Por eso, lejos de enojarme con esto, me enfoque y centré mi energía en analizar cómo pudo haber usado la inspiración en mi trabajo para también tener buenos resultados sin caer en la copia. Esto tambíenme sirvio a mi para que no me pase lo mismo y no caer en la copia si busco inspiración en alguien más.

Estas son mis conclusiones:
  • No quedarse simplemente en lo que uno ve y cree que es exitoso. Analizar e indagar más a fondo para llegar a la raíz del verdadero motivo que hace que ese proyecto sea favorable. Esto puede ser desde como hace el storytelling, sobre qué bases hace el argumento, como lo comunica, como se expresa.

Todos estos análisis te permiten alejarte de lo superficial y lo que podría hacerte caer en la copia y ayudarte a entender el por qué del resultado favorable que obtuvo esa persona que te inspira.

  • No copiar y pegar las herramientas de manera literal, siendo consciente de ellas adaptarlas a vos y a lo que a vos te representa y te define. ( De nada sirve que hagas un fotomontaje complejo para argumentar un diseño si lo que a vos te resulta cómodo de manera natural es hacer videos).

Ser consciente del contenido o la inspiración que estamos consumiendo nos va a ayudar a ser así mismo consciente de cómo lo estamos aplicando nosotros. Y esto en verdad nos abre las puertas a un universo de inspiración ya que estas herramientas podemos encontrarlas hasta en una charla con un amigo.

Es liberador pensar que entendiendo estos recursos podemos eliminar el sentimiento de rivalidad entre colegas. Es enfocarse en los recursos y herramientas, lo que luego te va a hacer único sos vos.

Es liberador pensar que entendiendo estos recursos podemos eliminar el sentimiento de rivalidad entre colegas. Es enfocarse en los recursos y herramientas, lo que luego te va a hacer único sos vos.

La clave está en entender el por qué, no el contenido en sí, en herramientas aplicables. Si mi compañera se hubiese acercado a mí y me hubiese consultado cuál fue mi análisis y como llegué al resultado que tuve. En respuesta ella se habría llevado todas los recursos que yo use para diseñar mi proyecto, lo hubiese adaptado a ella y sus resultados, estoy segura, hubieran sido mucho mejores. No porque hubiese sido distinto al mío, sino porque hubiese entendido más allá de lo superficial y tendría las herramientas para defender su propio proyecto.

Por eso realmente creo que inspirarse es muy importante, nutrirte de tu entorno y de todo lo que te rodea para crecer como profesional, escucharte y escuchar a los demás de manera consciente. Esto abre un universo de posibilidades ya que no solo las personas que hacen lo mismo que vos son fuente de inspiración, creadores de contenido de todo tipo de temáticas, videos y películas, hasta charlas con amigas pueden ser la fuente de inspiración si sabes que escuchar.